LYANNA
Estaba
convencida de que nadie la había visto salir. Madrugar, sentir el silencio de
la fortaleza y, sobre todo, respirar el aire frío de la mañana, cuajado de
rocío, la vivificaban. Invernalia era su alimento, como lo era para cualquiera
que se apellidara Stark. Bajó con cuidado, cruzó el patio de armas y se adentró
en las cuadras. Allí estaba su yegua blanca Escarcha,
un nombre muy adecuado para el color del animal. A Lyanna le gustaba todo lo
relacionado con el invierno y el frío, así que decidió ponerle ese nombre a su
montura. Se la había regalado su padre, Lord Rickard, por su decimocuarto día
del nombre. Ella se encaprichó de aquella bestia indomable y un poco peligrosa
desde que la vio en un mercado de ganado de Invernalia y su padre tuvo que
comprársela finalmente. No existía nada en el mundo que él no le diera y a
veces reconocía que se aprovechaba demasiado de ser su niña mimada. Sus
hermanos le recriminaban que fuera tan blando con ella, mientras que a ellos
los trataba con más dureza, pero incluso los tres varones de Invernalia apenas
podían resistirse a los encantos de su propia hermana, rebelde y valerosa, toda
una Stark.
Montó
con destreza a Escarcha y salió hacia
el bosque cabalgando velozmente, dejando que el viento revolviera su cabellera
oscura y el frío le cortara las mejillas y la salpicara de humedad. Llegada a
un claro del bosque, frenó a la yegua y la descabalgó. Necesitaba un momento de
soledad, ya que se avecinaban días ajetreados por la llegada de su hermano Ned
desde el Valle de Arryn. Estaba cerca de acabar ya su pupilaje con Jon Arryn,
el Lord Protector, y seguramente le acompañaría en su visita su amigo Lord Robert
Baratheon, el señor de Bastión de Tormentas. Lyanna lo había visto en contadas
ocasiones y no le desagradaba… Era un muchacho bastante apuesto: pelo negro y
un poco rizado, más alto que su hermano Ned, ancho de hombros y con aspecto
atlético. La última vez que lo vio ya empezaba a tener una pelusa oscura encima
del labio. Cuando reía se notaba que era un joven franco y abierto, pero ella
sentía que su presencia lo turbaba. Le hacía gracia provocar tal reacción en
alguien con una planta tan poderosa, casi regia… Era divertido verlo tartamudear
cuando le dirigía la palabra o ponerse colorado si lo miraba directamente a los
ojos para preguntarle si quería más dorado del Rejo. Lo cierto es que era un
muchacho con encanto, pero no le interesaba más allá del coqueteo o la simple
amistad.
Tras
un par de horas de descanso en el que se dedicó a estar tumbada reflexionando
sobre todas estas cosas, volvió a montar a Escarcha
y se dirigió hacia Invernalia a trote lento. Quería disfrutar de los
sonidos del bosque antes de entrar en el ruidoso mundo de hombres que le
esperaba en la fortaleza.
Muy bonito :) Sigue así :) me ha encantado la imagen
ResponderEliminarGracias ;) Al final he cambiado el color de la yegua para que coincida con la de la ilustración, porque quería ponerla sí o sí, jeje.
EliminarQue bien, primer capítulo de Lyanna ^o^ me ha dado frío al leerlo xD
ResponderEliminarJajaja, gracias ;) Espero que te haya gustado ^^
EliminarMe gusta un monton el trasfondo que le has dado a Lyanna. Me molaría mucho ver un capítulo de Aerys escrito por ti, aunque no sea de esta historia, sino de su pasado antes de enloquecer. Me encantaría <3
ResponderEliminarVaya, muchísimas gracias por tu comentario (y por lo de que te gustaría ver un capítulo de Aerys de mi puño y letra, qué piropazo ^^). Espero que todo lo que llevo escrito y vaya publicando no os defraude.
Eliminar¡Mañana más! :)
Que interesante es Lyanna, trato de armar la historia en mi cabeza que como no he leído los libros mi referencia es la serie jeje, gracias por este capítulo Athena, me encantó la ilustración, la descripción del entorno, el paisaje, el clima, divino, besitos.
ResponderEliminarP.D. me pregunto que le pasará más adelante a este personaje, como llegó a lo que ya sabemos.
Aún queda, pero se verá. Gracias por comentar :)
EliminarQué bonita esta introducción de Lyanna, he aquí otro de los personajes de los que apenas sabemos nada y que me resulta muy interesante... A mí también me ha llegado la sensación de frío, aunque ella resulta un ser cálido y agradable :D
ResponderEliminarPreciosa también la imagen que has puesto! ;)
A través de lo poco que se sabe de ella, me he ido haciendo una idea propia, igual que con Rhaegar. Seguro que luego Martin dice que era una borde o una petarda, jajaja.
EliminarEata mujer, en algún punto me recuerda a Sansita. Love Lyanna
ResponderEliminarjajaja
Cristina
Sansita cree más en las historias de damas y caballeros, jejeje.
Eliminar¡Gracias por pasarte!
Me encantas, hasta ahora que voy leyendo este fic, me va gustando más.
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