RHAEGAR
El
jinete había salido tan rápido del lugar de las justas que llevaba demasiada
ventaja sobre Rhaegar. El caballo del príncipe era un semental de guerra y él
confiaba en que pronto alcanzaría a la montura del Caballero del Árbol
Sonriente, ya que no se veía un animal demasiado brioso. Parecía que el
desconocido había tomado el camino hacia el bosque cercano, seguido por su
escudero, que también se esfumó con rapidez sobre un jamelgo. Esperaba estar
siguiendo las huellas correctas, porque le daba la sensación de que caballero y
escudero se habían separado en algún punto para despistar a su perseguidor.
Frenó
su montura y descabalgó al introducirse en la espesa vegetación, pendiente de
todos los sonidos que lo envolvían: un pájaro aleteando, las ramas meciéndose
al compás del aire suave, una ardilla entrando en su madriguera… Creyó oír
pasos pisando las hojas secas del suelo tras él. Cuando quiso volverse, ya
tenía encima a su atacante: ¡Era el caballero misterioso! Forcejearon unos
minutos y Rhaegar consiguió poner a su oponente de espaldas al suelo,
sujetándole los brazos con una de sus poderosas manos. El joven se resistía con
todas sus fuerzas mientras el príncipe trataba de quitarle el yelmo para ver
quién era. Cuando estaba a punto de conseguirlo, alguien le golpeó por detrás.
Rhaegar reaccionó con rapidez al ataque y derribó de un puñetazo al escudero,
porque de él se trataba. Al caer, pudo ver que era el menor de los Stark y se
quedó sorprendido, sin entender nada. De repente, el caballero se lanzó hacia
el herido gritando: «¡Benjen, Benjen, levanta, por favor!» Rhaegar pensó que su
voz era algo aguda para ser de un hombre… Sin tiempo para defenderse, vio al
desconocido correr con furia hacia él, apuntándolo con un dedo acusador: «¡Lo
has matado, canalla! ¡Prepárate para morir!» Sacó su espada y retó al príncipe.
Éste soltó una carcajada que pareció ofender al joven. Se enzarzaron en un
combate que parecía no tener fin hasta que Rhaegar consiguió aprovechar su
fuerza y resistencia para derrotar al contrario por agotamiento, que cayó al
suelo de rodillas. El Targaryen se acercó para obligarle a quitarse el casco.
Lo tomó entre sus manos y lo arrancó con rabia, cansado de todo lo que estaba
ocurriendo. Al levantar el yelmo, una cascada de pelo oscuro se derramó sobre
los hombros del caballero, que permanecía con la cara baja. Rhaegar puso su
dedo en la barbilla y le obligó a mirarlo. Se quedó paralizado: ¡La joven Stark
que vio en el banquete de Lord Whent! Estaba sudando, con la cara enrojecida y
respiraba con fuerza, jadeando, la boca entreabierta. Lo miraba con un punto de
arrogancia que le daba un aire salvaje. Rhaegar vio en ella una criatura de una
belleza sin igual, aumentada por la valentía que había demostrado ese día. Él
aún conservaba el yelmo puesto, pero le pareció correcto quitárselo para
mostrase ante la muchacha. Cuando se descubrió, la Stark lanzó un grito,
pidiendo perdón por su vida y la de su hermano. Rhaegar la ayudó a levantarse,
asegurándole que no había nada que perdonar, sino todo lo contrario. «Habéis
demostrado un sentido del honor que jamás he visto en hombre alguno. Sois el
caballero más honrado y justo con el que he tenido el placer de combatir.» La
muchacha lo miraba con sorpresa, al tiempo que se acercaba a su hermano, que
recuperaba la consciencia. «Gracias, mi señor príncipe. El honor ha sido mío y
la victoria vuestra.» Rhaegar sintió un escalofrío cuando oyó la voz de la
joven. Sus ojos volvieron a encontrase: los tenía grises y aparentemente fríos,
pero emanaban un calor que lo turbó. Pensó en Elia y en que tenía que marcharse
de allí inmediatamente. Montó su semental y cabalgó hacia Harrenhal sintiendo
la mirada de la Stark quemándole la espalda.
jajaj que buen capítulo, debo confesar que al comenzar a leer se vino a mi cabeza la idea de quién sería el misterioso caballero ajjaj me dio risa que acerté, hay esos dos van a terminar enamorados jaja, linda sorpresa Athena, gracias amiga quiero saber que pasará ahora, nos vemos. ^^
ResponderEliminarEl encuentro ha sido de lo más prometedor, desde luego :)
Eliminar¡Sabia que el misterioso caballero debía ser ella! Que valiente y con que valentía luchó.
ResponderEliminarMe encanto el encuentro ¡que mezcla de sentimientos el uno por el otro! a ver como acaban.
Esos sentimientos son irremediables a pesar del sentido del honor de Rhaegar....
EliminarPues a mí me has pillado por sorpresa, como en su día me pilló por sorpresa Tolkien con Éowyn...
ResponderEliminarGenial el capítulo, muy emocionante. Pobres enamorados, me recuerdan la tragedia de Romeo y Julieta de Shakespeare... Y como todos sabemos, no tienen un final mucho mejor.
Qué bien que haya habido sorpresa :) Ahora vendrá lo peor, claro.
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