AVISO

Este fic contiene sólo especulación. Se basa en diversas teorías que hay por la red. Si no quieres que se te desvele nada que creas importante, no lo leas. Pero insisto: no dice nada que se haya escrito y/o publicado aún. Todos los personajes y lugares pertenecen a G.R.R. Martin.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Capítulo 6


BRANDON
            La mesa estaba presidida por Lord Rickard y a cada lado se situaban sus dos hijos mayores. Desde hacía un mes, Brandon empezaba a entender que su padre trataba de ir delegando algunas de las funciones de señor de Invernalia en él, aunque confiaba en que su progenitor viviera muchos años más. No era un hombre débil, pero iba acusando el paso del tiempo y el señor fuerte y temido empezaba a ser un hombre maduro, respetable y algo achacoso.

La risa de Lyanna le sacó de sus pensamientos. Robert y ella se habían sentado juntos y no dejaban de cuchichear divertidos. Las últimas semanas se habían hecho en inseparables. Lord Rickard no parecía ver con malos ojos su actitud y tampoco Ned, aunque éste apenas dejaba traslucir sus sentimientos. Brandon buscó los ojos de su hermano en un intento de interrogarle con la mirada sobre lo que allí estaba ocurriendo, pero Ned estaba concentrado en su cena. A Robert se le veía entusiasmado con la situación: Lyanna lo había convertido en su centro de atención y no dejaba de interrogarle acerca de duelos y técnicas de lucha. «¡Me encantaría retarte delante de todos, Robert! Soy muy rápida con la espada y no dejaría que tú volvieras a tocarme con la tuya…», le dijo ella en un tono algo ambiguo. Brandon no se sentía muy cómodo con toda esa conversación y quiso cortar por lo sano. Pero cuando iba a levantarse para reñir a su hermana, el padre se puso de pie. Brandon pensó que iría a recriminar la actitud de la pareja. Nada más lejos… Lord Rickard puso silencio dando unas suaves palmadas con un gesto de satisfacción. Ned observó a Brandon con ojos que parecían preguntar a qué venía todo ese ceremonial, pero él le respondió con un gesto negativo: ninguno sabía qué pretendía su padre. Lyanna y Robert callaron un poco avergonzados, mientras Benjen guiñaba un ojo a su hermana, sonriendo. «Querida familia: hace seis años hice un viaje a la Tierra de los Ríos, concretamente a Aguasdulces, señorío de la familia Tully. Lo que allí vi me pareció digno de ser tomado en cuenta.» Dirigió su discurso hacia Brandon, que dio un respingo, sorprendido. «Brandon, eres mi hijo mayor y, por tanto, mi heredero. Es hora de que empieces a labrarte un futuro y no hay mejor manera de hacerlo que tomando una esposa que te merezca. Aquel viaje fue el primer paso para crear una alianza entre Invernalia y Aguasdulces a través de un matrimonio ventajoso para ambas casas.» Brandon notaba el corazón acelerado por lo que se avecinaba. Lord Rickard continuó: «Hijo, prepárate para marchar hacia Aguasdulces a conocer a tu prometida, Catelyn Tully.» Brandon se quedó anonadado… Jamás había pensado en casarse tan pronto, pero no le desagradó la idea. Nunca tuvo problemas con las chicas, así que no creía que la joven Tully se le resistiera: él era un buen mozo y lo sabía. De hecho, durante su pupilaje en Fuerte Túmulo, hacía algunas visitas a Los Riachuelos para divertirse con cierta doncella llamada Barbrey Ryswell… No había visto jamás a las hijas de Lord Tully,  sólo había oído que eran muy parecidas, bonitas y con el cabello rojizo, aunque de personalidad distinta: la mayor era una joven juiciosa y la menor algo rebelde. Consideró que su padre había hecho una buena elección con el compromiso. «Gracias, padre», logró decir, «Saldré lo antes posible para presentar mis respetos ante Lord Hoster y mi futura esposa.» Al decir estas últimas palabras, vio a Eddard bajar los ojos entristecido y sintió una punzada de culpabilidad.
Cuando creían que ya estaba todo dicho, Lord Rickard siguió hablando. «Quería añadir algo más. Con nosotros está Lord Robert Baratheon, señor de Bastión de Tormentas, al que quiero como un hijo y por eso he decidido hacerle partícipe de la noticia. Y es que este muchacho es parte de la familia y ahora lo será aún más.» Robert se levantó mirando a Lyanna y tomándole la mano, al tiempo que a la muchacha se le borraba la diversión de la cara. Brandon notó florecer los celos al pensar en que le quitaran a su querida hermana. Lord Rickard dijo las palabras que ya eran evidentes: «En su última visita a Invernalia, Robert me pidió la mano de Lyanna. Y hoy, después de una seria reflexión que ha durado casi un mes, se la he concedido gustoso.» El silencio se hizo en la estancia.

5 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Jaja que maravilla, doble boda, pero pobre Lyanna andaba jugando con fuego y salió quemada jeje, pues el atractivo Brandon cerrará el trato con la familia Tully, a ver como les va a estos jóvenes. Gracias Athena.

    ResponderEliminar
  3. ¡Me está gustando mucho! Es emocionante, aunque como Rhaegar prefiero pensar que nunca hubo nada entre Lyanna y Robert, sino sólo algo de Robert hacia Lyanna... ¡Pero cómo voy a ser yo objetivo! Ese hombre encandilaba a todos con su sonrisa y yo siempre tuve dificultades para sociabilizarme.
    Me gusta que hayas enfocado la melancolía de Rhaegar en parte a su vergüenza de no poder afrontar la debilidad de su mujer, nunca me lo había planteado así. El problema de leer mucho es que se te plantean muchas preguntas, y siempre tuvo demasiados quebraderos de cabeza. Ahora me voy a ver "El Retorno del Rey", pero seguiré leyendo... :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias por leer y comentar! Bueno, no hay que adelantar acontecimientos... Lyanna... pero mejor seguir leyendo :)

      Un honor que visitéis el blog.

      Eliminar
  4. waaa como se le borro la sonrisa a lyanna
    ese robert tan apesurado
    jejejeje me gusta

    ResponderEliminar